VILLARRICA.- Durante la mañana de este jueves recién pasado se realizó la ceremonia de Licenciatura del Octavo Año de la Escuela » Voipir de Ñancul».
A pesar del contexto de pandemia, se llevó a cabo un particular, pero emotivo encuentro. Se contó con la presencia del equipo Directivo del establecimiento, encabezado por el director, Ángel Retamal, Docentes, Asistentes de la Educación y la presidenta del Centro de Padres y Apoderados, Verónica Jofré.
Cada estudiante se presentó acompañado de su apoderado, se les dio la bienvenida y luego recibió su diploma de licencia de Enseñanza Básica de manos de su profesora jefe, la docente Katherine Muñoz. Los estudiantes recibieron sus licencias para alegría y satisfacción de sus padres. Junto con ello se realizó la premiación de los valores institucionales. Hubo momento para las fotos junto a sus padres y apoderados, resguardando los protocolos y la salud de cada uno de los presentes.
Los reconocimientos fueron entregados por los representantes de los distintos estamentos, a los siguientes estudiantes:
– Responsabilidad: Cristóbal Hidalgo, entregado por Centro General de Padres y Apoderados.
– Mejor promedio: Cristóbal Hidalgo, entregado por el Director en nombre del establecimiento.
– Mejor compañero: Eileen González, entregado por los Asistentes de la Educación.
– Espíritu de superación: Eileen González, entregado por el equipo PIE.
– Bafoc: Mayra Tapia, entregado por los Docentes del establecimiento.
– Grupo científico: Chistian Vallejos y Alexia Quezada, entregado por los Docentes del establecimiento.
Los estudiantes y apoderados de Séptimo año hicieron llegar un presente para cada uno de los licenciados, debido a que este año no se realizó la tradicional cena de despedida del Séptimo año al Octavo.
A nombre de la comunidad educativa, el director del establecimiento, Ángel Retamal Opazo, les dedicó algunas palabras a los estudiantes y reconoció a los padres el gran sacrificio de compatibilizar sus propios trabajos con las labores educativas de sus hijos. “Estamos tranquilos y confiados que nuestros estudiantes pudieron recibir educación a distancia, que no es lo ideal y no se puede equilibrar ni comparar con una clase presencial y el desarrollo de habilidades de estos, pero confiamos que esta generación de estudiantes, a pesar de ello, llevan las herramientas para enfrentar la enseñanza media. Le confiamos a Dios el futuro de estos jóvenes que empiezan un nuevo camino, para que les guíe y acompañe hacia las metas que cada uno se ha propuesto. Les deseamos mucho éxito”. Más adelante reflexionó: “Estos niños y niñas pertenecen a una generación especial, son protagonistas de un mundo que evoluciona y presenta un sinfín de desafíos, que nosotros sabemos que podrán vencer si buscan a Dios y perseveran en el mensaje entregado por ese niño que nació en Belén hace casi 2.000 años”.