Para entregar una educación integral a sus estudiantes, la Escuela “Valentín Letelier” de Villarrica implementó, durante el presente semestre, una serie de talleres. Uno de los objetivos es proporcionar la oportunidad de socializar y mejorar sus relaciones interpersonales entre sus pares, las que, producto de la emergencia sanitaria, fueron interrumpidas o en, cierta forma, disminuidas o reemplazadas por lo que la tecnología podía ofrecer.
Los talleres son actividades curriculares no lectivas y de libre elección. Son espacios pedagógicos que la comunidad educativa debe planificar y ofrecer de acuerdo a su Plan de Mejoramiento Educativo (PME), a las características de los niños y niñas, de sus familias y de su realidad. Están a cargo de docentes o monitores capacitados en la aplicación de metodologías innovadoras y significativas que fortalezcan los aprendizajes y el desarrollo de valores. El equipo de profesionales se impuso como desafío desarrollar permanentemente procedimientos didácticos distintos a los aplicados en el aula o en el trabajo cotidiano de las asignaturas, para tener asegurada la motivación y participación entusiasta de todos.
Los talleres responden a necesidades, aptitudes, intereses y ritmos de aprendizaje de los estudiantes. En relación a esta exigencia, Luis Villegas, director de la escuela, manifestó: “El Ministerio de Educación da flexibilidad para que los establecimientos, de acuerdo a su contexto, implementen espacios educativos alternativos que respondan a un diagnóstico oportuno y eficiente realizado por los profesionales del colegio”.
Durante las primeras semanas de este año escolar 2022, los estudiantes tuvieron la información completa y clara de las distintas alternativas que se ofrecían, orientadas a los ámbitos del desarrollo humano y social: variados deportes, teatro, geometría, danza, medio ambiente y huertos escolares son algunos de los talleres que se están implementado. Nelson Marilaf, profesor de Educación Física, reflexionó: “Después de meses de encierro, con problemas de variadas índoles, provocados por la pandemia, los niños y niñas traían sobre sus espaldas una mochila demasiado pesada: frustraciones, ansiedad, cambios de ánimo muy frecuentes, incertidumbre respecto al futuro provocado por el miedo, entre otros trastornos. Es alentador que el colegio, con creatividad y empatía, busque la forma que los estudiantes se desarrollen como personas y puedan activar sus capacidades de resiliencia”.
Finalmente, destacamos el Taller de Danza a cargo de la Profesora Marcela Martínez. La profesional a cargo de esta importante alternativa, manifestó que principalmente pretende desarrollar el trabajo postural, musicalidad, coordinación y flujo de movimiento. Las ventajas de este taller es que dará beneficios, para el trabajo grupal, reforzará las relaciones interpersonales, una mayor expresividad, desarrollo de la opinión personal y por sobre todo la expresión propia.
Un desafío a largo plazo es que los participantes pueden adquirir técnicas de danza,para acercarse a un nivel competitivo, adquiriendo las competencias necesarias para representar a la escuela en futuros eventos a nivel local.