Dicha convención definió lo que hemos conocido cómo los derechos para todos los niños, sobre pilares 4 fundamentales: La no discriminación, el interés superior del niño, el derecho a la vida y la supervivencia y el desarrollo, así como el respeto de sus opiniones. Dejando de este modo la antigua visión de aquellos cómo propiedad de sus padres y seres indefensos, para ser seres humanos titulares de sus propios derechos. La pregunta que nos une hoy en día cómo equipos de salud, educación y familias completas, es: ¿Son en todas las realidades de nuestros niños y adolescentes respetados y posibles la titularidad de estos derechos? Condiciones desde el neurodesarrollo y las dificultades tanto de expresión cómo de adquisición de habilidades del lenguaje, sensoriales y motrices dificultan la participación en variados contextos de un porcentaje importante de nuestros niños y adolescentes, privándolos de la participación exitosa tanto de su desarrollo cómo de ser acreedores de sus propios derechos.
En grupo de jóvenes neuro diversos participantes del Programa de Habilidades Sociales PEER´S del Hospital de Villarrica, indican una realidad que es vivida por muchas personas hoy en día. enfatizando en que estos derechos no han sido en su ejercicio protegidos y fiscalizados para que sean de todos, siendo convertidos en un privilegio, al ser sólo para algunos. Indicando derechos sentidos cómo indispensables para el ejercicio de vivir y ser feliz, pudiendo disfrutar y participar de etapas tan comunes para algunos cómo la educación, que es tan compleja para aquellos en condición por ejemplo de Espectro Autista. Estos jóvenes destacan:
- Derecho a ser amado
- Derecho a recibir atención de Salud Mental.
- Equipos especializados en Neurología que identifiquen el autismo más fácil.
- Derecho a independizarse.
- Derecho a que los padres y profesores sepan que es el Trastorno del Espectro Autista.
- Derecho a la protección para el estudiante.
- Derecho al Autismo.
- Tenemos derecho a un diagnóstico temprano.
En estas líneas se expone la realidad diaria de muchos adolescentes, niñas y niños en condiciones desde el neurodesarrollo, quienes no encuentran el apoyo tanto en servicios de educación, salud, sus propias familias y la población en general. Realidades en las cuales estos derechos estipulados hace tantos años, siguen siendo un sueño no tan sólo para este grupo de adolescente, sino para muchos. Siendo una vez más una necesidad a gritos el poder contar con equipos especializados en todo nuestro país y una población cada día más informada que permita que estos DERECHOS sean realmente para todos.