Hoy existe la percepción, en muchos, que en Chile, hay más problemas que antes, percepción agudizada, tal vez, por un conjunto de expectativas prometidas por nuestros gobernantes, que no se han cumplido, promesas entremezcladas con las dificultades propias de una economía, con claros inconvenientes de desarrollo y con escasas perspectivas de mejora en el corto plazo, dándonos una sensación que hay que aguantar el chaparrón, ya que los tiempos mejores no han llegado y probablemente no llegaran.
Es en este mar complejo, donde surgen múltiples opiniones, de cómo se debiesen hacer las cosas, con mayor ímpetu, en unas u otras materias, dependiendo del sector, del cual derivan tales o cuales opiniones, es en esta situación, (donde a pesar del profundo descrédito de la política, basado esencialmente, en el hecho, del reparto de una torta donde estos señores, se llevan gran parte de la misma), es donde surge un nuevo partido político, que en la división clásica de la política, de derecha, centro e izquierda, estaría en la parte más extrema de la derecha, el Partido Republicano.
Es precisamente en estos períodos, complejos,cuando sentimos que los que nos gobiernan, más que dedicarse a su función,se aprovechan del sistema, ganando grandes sumas de dinero, perpetuándose en los cargos, alejándose de manera asombrosa e insólita de las dificultades de la ciudadanía, lo que junto a la falta de dinero y de trabajo, y las constantes dificultades en el sistema, generan un caldo de cultivo, ideal, para que surjan opiniones, que indican, que todo está malo y que hay que cambiarlo todo, y claro que en más de un momento de nuestro día, toma mucho sentido; sin embargo, la experiencia del mundo nos debe hacer reflexionar, que las soluciones estridentes y extremas regularmente solo nos traen más dificultades.
Es ahora, donde deben surgir algunas claridades, que no debemos olvidar, los ricos gobiernan para los ricos, no para los patipelados como diría una senadora, es tiempo de terminar con las injusticias, en democracia, por ello, que hay que dar un señal, generando cambios, en las próximas elecciones, concurriendo masivamente a votar, esa es la única y más eficaz herramienta que tiene la población,así manifestaremos nuestros deseos de gobernantes que piensen primero en las necesidades de todos, antes que en las meramente personales, estableciendo un camino más humano, un nuevo camino, que genere los cambios que necesitamos.
Por Gonzalo Sanhueza, Abogado.