Hace algunas semanas se ha dado a conocer a la opinión pública, el deseo del Gobierno del Presidente Piñera, de generar una nueva reforma tributaria, que buscaría perfeccionar, según lo que se señala, la anterior Reforma Tributaria generada en el Gobierno de la Presidenta Bachelet.
Sobre el punto y siendo justos, es verdad que la mencionada reforma, contiene normas respecto a las pymes y otros sectores, que pueden ser muy beneficiosas, sin embargo, en los dichos del Senador Francisco Huenchumilla, “el precio que se está pagando por eso, es que estamos beneficiando a los grandes grupos económicos, a las grandes empresas, reintegrando nuevamente un sistema tributario, en que las rentas del capital, no van a pagar impuestos, sólo los van a pagar las personas naturales”.
Ya que, como el mismo Senador Huenchumilla, ha planteado, el corazón de la Reforma Tributaria, del Gobierno del Presidente Piñera, es la Integración del Sistema, explicando que “durante la dictadura se hizo una reforma tributaria en la que se estableció un sistema integrado entre las empresas y los accionistas, en virtud del cual, el impuesto a la renta que pagaban las empresas servía de crédito para el impuesto global complementario que pagaban los accionistas al momento de retirar sus dividendos”. Lo que en la práctica generaba que los dueños de las grandes empresas No pagaban impuestos como personas naturales.
El mencionado sistema de integración estuvo vigente hasta la reforma que hizo la ex presidenta Michelle Bachelet en 2014, donde se desintegró parte del sistema que beneficiaba a las grandes empresas.
Es necesario saber, que este sistema de Integración, tiene su fundamento, en entender que este no pago de impuesto, que beneficiaría a los más ricos del país, funcionaría como incentivo, para que esos dineros que no pagan en impuesto, los reinviertan en sus empresas o en otros negocios, generando en teoría más empleo; hecho que es posible, pero que claramente, la experiencia nos ha enseñado que lejos de reinvertir y generar más trabajo, en su gran mayoría, solo sirve para que los millonarios aumenten sus riquezas.
El Senador Huenchumilla, explica, además, que en otros países del mundo los sistemas tributarios indican, que tanto las empresas, como los dueños del capital, deben pagar impuestos, hecho que debe invitar a nuestros parlamentarios a reflexionar y si es necesario instar a que se reforme todo lo necesario, pero para el beneficio de los micro, pequeños y medianos empresarios y los trabajadores del país, pero no para los millonarios de Chile, que poco, muy poco, piensan en las necesidades de la gran mayoría de los ciudadanos del país.
Por Gonzalo Sanhueza, abogado.