A medida que los días se vuelven más atareados y ajetreados con el regreso a clases de los más pequeños, comer saludable puede sentirse menos importante, o simplemente pasar a segundo plano a causa de las muchas tareas que se acumulan en cada jornada. Sin embargo, llevar una alimentación sana no solo es una de las tareas más importantes a priorizar, sino que además puede ayudarnos a cumplir con el resto de nuestras responsabilidades de una manera más efectiva y balanceada, al apoyar nuestra salud física, mental y emocional.
Comer saludable y alimentar a nuestros hijos de manera sana no tiene que ser una tarea titánica. Algunos consejos simples pueden ayudarnos a incorporar mejores hábitos sin añadir un peso extra a nuestra rutina:
- Planifica con antelación:Usa los momentos en que tienes más tiempo disponible, probablemente durante los fines de semana, para pensar en formas de prepararte para los días de clase y de trabajo. Preparar una lista de recetas y anotar los ingredientes que necesitarás antes de hacer la compra semanal te ayudará a reducir tus niveles de estrés durante la semana.
- Reduce el picoteo: Establece tus tiempos de comida de acuerdo con una rutina saludable. Puedes tener tres o cinco comidas al día, pero las meriendas de media mañana o media tarde deberían ser reemplazadas por piezas de fruta, nueces o vegetales, en lugar de alimentos procesados como papas fritas o galletas.
- Lleva un diario de comidas: Diversos estudios han comprobado que no somos buenos estimando o recordando los alimentos que ingerimos durante el día, y que muy frecuentemente subestimamos nuestro consumo calórico. Una buena medida es llevar un diario, anotando cada uno de los alimentos que consumimos, así como nuestra ingesta de agua y otros líquidos, y usarlo como punto de partida para hacer pequeños cambios en nuestros hábitos que lleven a una rutina más saludable.
- No te saltes el desayuno: Según investigaciones recientes, quienes omiten el desayuno tienden a alimentarse de manera menos saludable durante el día, además de incidir negativamente en sus niveles de insulina, lo que a su vez afecta cómo nuestro organismo procesa los nutrientes que recibe. Comenzar el día con un desayuno saludable contribuye a mantener equilibrados los niveles de energía durante el día, y esto a su vez incide positivamente en el desempeño escolar de los niños.
- Haz la compra junto con tus hijos: No deberías obligar tus hijos a comer alimentos que no les gustan, pero debes motivarlos a comer más sano. Una manera de hacer esto es visitar el mercado o la feria juntos para impulsarlos a probar diferentes vegetales y frutas. Si piensas que tus hijos se verían fácilmente influenciados por los gráficos y las publicidades de los supermercados en los productos poco saludables, o si son demasiado pequeños para acompañarte sin cansarse muy pronto, una opción es hacer la compra de tus víveres en línea, utilizando los servicios de supermercados que hacen entrega a domicilio, como Santa Isabel.
- Organiza tus comidas de acuerdo con el programa de alimentación escolar: Si tus hijos comen en su colegio, es importante que conozcas el menú y puedas balancearlo con los alimentos que reciben en casa, es decir, si han consumido una comida rica en carbohidratos, deberías complementar en casa las proteínas y las grasas saludables que necesitan. Para esto, es importante referenciar la pirámide alimentaria y conocer qué nutrientes necesitamos y en qué cantidades.