
VILLARRICA.- A cinco años de la erupción del Volcán Villarrica, aún sigue en la memoria y retinas de vecinos de la zona lacustre.
La erupción del volcán Villarrica de 2015 fue una erupción volcánica, que comenzó aproximadamente a las 03:00 hora local del 3 de marzo.
El volcán Villarrica es un estratovolcán localizado en el límite de las provincias de Cautín, en la región de la Araucanía, y de Valdivia, en la región de Los Ríos, entre los lagos Villarrica y Calafquén. A sus pies se ubican poblados con importante afluencia turística, como la ciudad de Pucón, a sólo 15 kilómetros de su cima. Posee un cráter abierto de 200 metros de diámetro que contiene un lago de lava cuya profundidad varía de 100 a 150 metros, con una fumarola permanente y actividad explosiva débil persistente.2
Es uno de los volcanes históricamente más activos de Sudamérica, considerado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) como el volcán más peligroso del país.3
Desde 1558, se han producido al menos 49 erupciones en el Villarrica y, considerando aquellas no muy bien documentadas, podría alcanzar los 90 eventos. Sus erupciones históricas han variado desde efusivas a moderadamente explosivas (entre 0 y 3 en el índice de explosividad volcánica), pero el tipo más recurrente de actividad es la formación de lahares, muy destructivos y que han causado más de cien fatalidades durante el siglo 20, en las erupciones de 1908, 1948-49, 1963-64 y 1971.
En la madrugada del 3 de marzo del 2015, la breve erupción del volcán Villarrica, cautivó las miradas de miles de personas que estaban en la zona lacustre y pudieron ver el evento natural, que en su momento provocó cierto grado de temor en la población.
Desde las 02:30 hora local del 3 de marzo de 2015, la señal de tremor aumentó considerablemente, evidenciando un ciclo eruptivo de mayor envergadura, a la vez que el Sernageomin decretaba el nivel de alerta máximo, y recomendaba un radio de restricción de diez kilómetros alrededor del cráter.
Su fase más enérgica duró aproximadamente 55 minutos, caracterizada por una columna eruptiva que alcanzó entre seis y ocho kilómetros de altura (con dispersión de cenizas preferentemente hacia el este-noreste), y por una emisión vertical y constante de lava desde el cráter principal, de 1,5 kilómetros de altura.
La pluma de cenizas resultante se dispersó al sureste y se desplazó por cerca de 500 kilómetros, sin acumulación significativa de material particulado en la superficie ni impacto en la aeronavegación.
La eyección de material piroclástico alrededor del cráter fusionó parcialmente el casquete glaciar del Villarrica, generando lahares de baja magnitud que descendieron principalmente por los ríos Voipir, Correntoso, Zanjón Seco – Carmelito, Pedregosos y Turbio.
Al día siguiente, y pese a la ausencia tanto de fumarolas en el cráter como de sismicidad asociada a la dinámica interna del volcán, se registraron numerosos derrumbes de detritos.
Con el correr de los días, la actividad del macizo fue decayendo paulatinamente, condiciones suficientes para que Sernageomin bajara la alerta volcánica a nivel naranjo (junto a una reducción de cinco kilómetros de la zona de exclusión), el 6 de marzo, y luego a nivel amarillo, el 10 de marzo.
VIDEO DE PAMELA LINCO TURRA